receta copiada de corteza y miga ella ha echo pan quemado yo monas
Ingredientes:
125 gr de pulpa de calabaza
2 huevos M
20 gr de anís seco
60 gr de azúcar
2 gr de sal
Ralladura de la piel de un limón
280 gr de harina de fuerza
10 gr de levadura fresca
25 gr de aceite de girasol
Oblea
Leche para
pitar
Azúcar para espolvorear
Preparación:
Empezamos cociendo al vapor la calabaza para que
no se haga demasiado y conserve la mayor parte de su sabor. El tiempo dependerá
de la batería que utilicéis, yo la he cocido con olla exprés a fuego medio
durante 20 minutos. Una vez cocida retiramos las pepitas, la piel y reservamos
la pulpa. . En la cubeta de la panificadora incorporamos los huevos, la
pulpa de calabaza reservada, la ralladura de limón, azúcar, anís seco, sal. y
por último la harina Seleccionamos el programa de amasado que tiene
una duración de 15 minutos. Cuando finalice el tiempo veréis como ha quedado
una masa bastante pegajosa, pero no os preocupéis es normal. Volvemos a
seleccionar el programa de 15 minutos de duración y añadimos la levadura
desmenuzada. Dejamos que se integre bien y cuando haya pasado 5 minutos
aproximadamente vamos incorporando en hilo fino el aceite y dejamos que la
maquina complete el total del tiempo de amasado. Una vez finalizado el tiempo
os deberá haber quedado una masa fina, elástica y brillante, se seguirá pegando
pero menos que en el primer amasado. Si os resulta complicado manipularla
untaros las manos con aceite y realizado movimientos rápidos y decididos veréis
como no se os pega. Bolear la masa y colocarla en un bol untado con
aceite. Cubrir con film trasparente para evitar que se forme corteza en la superficie
de la masa e introducir en el frigorífico unas 12 horas, esto provocará una
fermentación lenta, lo que ayudará a que la masa desarrolle mas sabor, aroma y
aguante mas días tierna. Lo ideal es hacer hasta este paso a última hora de la
noche para continuar con el resto del proceso al día siguiente. Pasadas
aproximadamente las 12 horas la masa ya habrá duplicado su volumen. Untamos la
superficie de trabajo con aceite y volcamos la masa. Desgasificamos y le
damos la forma de bola, si lo creéis conveniente os podéis ayudar con una
rasqueta para crear tensión en la base para que mantenga mejor su forma
redonda. Colocamos la masa sobre la oblea y volvemos a dejar que doble su
volumen (de 2 a tres horas). Pintamos con leche y espolvoreamos con abundante azúcar
Precalentamos el horno a 210ºC. Introducimos el pan quemado, bajamos la
temperatura a 200ºC y horneamos 20 minutos (en mi caso con la función solo
aire, esto es orientativo ya que cada horno tiene un modo de cocción distinto).
A los 10 minutos bajamos la temperatura a 180ºC. Al finalizar el tiempo
comprobamos que nuestro pan quemado está bien cocido y si es así retiramos del
horno y dejamos enfriar en una rejilla.
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