Receta copiada con algun cambio por mi de cocina-casera.com
Ingredientes
[Para 12 unidades]:
450 gramos de Harina
150 gramos de Azúcar
130 ml de Leche de soja
1 cucharadita de Levadura Rollar
50 gramos de Aceite de oliva
1 Mandarina solo la ralladura , yo use la ralladura de un limón solo la parte amarilla
1 cucharada de Anís en grano
1 Huevo de la L
una pizca de Sal
Azúcar para rebozar
Aceite de oliva para freír
Elaboración de la
Receta
Comenzamos la receta mezclando en un cuenco la harina
con los ingredientes secos; anís en grano, azúcar, levadura y sal. Mezclamos
para que se distribuyan de manera uniforme. Rallamos la piel de la mandarina y
la echamos en el cuenco. Quien lo desee, puede añadir piel de naranja, o de
cualquier otro cítrico. En otro cuenco, batimos el huevo. Añadimos le leche y
el aceite y batimos con una varilla. Añadimos los ingredientes líquidos al
cuenco donde tenemos la harina. Mezclamos con la ayuda de una rasqueta de
panadería y continuamos amasando a mano hasta que todos los ingredientes queden
amalgamados en un masa de textura uniforme. En ese momento, tapamos el cuenco
con un plástico y dejamos reposar la masa durante una hora. Ponemos a calentar abundante aceite de oliva en una
sartén.
Pasado el tiempo de reposo, enharinamos ligeramente la
superficie de trabajo y volcamos la masa encima. Cortamos trozos de masa del
tamaño de una pelota de golf y formamos nuestras rosquillas. Debemos practicar
un agujero en el centro, que tenga en torno a 2,5-3 centímetros de diámetro,
para que, de este modo, no se acaba cerrando durante el proceso de fritura, ya
que una vez que echemos las rosquillas en el aceite éstas crecerán
notablemente.
Una vez que tenemos las rosquillas formadas, y el
aceite caliente, las echamos por tandas en la sartén y las freímos por ambos
lados durante unos minutos o hasta que tengan un bonito tono dorado. A medida que las retiramos de la sartén, las ponemos
sobre papel absorbente donde dejamos que reposen durante unos segundos.
Antes de que se seque totalmente su superficie, las
rebozamos en azúcar granulado.
Una vez rebozadas, las dejamos que se enfríen y
servimos.
Anotaciones y Consejos
La cantidad de harina utilizada en la receta puede variar. Las harinas de las distintas harineras tienen distinto comportamiento, pudiendo presentar un grado de absorción mayor o menor. Por ello, debemos prestar atención a la masa, y rectificar la cantidad de harina si fuese necesario. Una buena manera de atinar, es no poner de golpe toda la harina, e ir añadiéndola poco a poco hasta que la masa quede con una textura consistencia pero que aún presente cierta tendencia a pegarse a las manos.
La masa de estas rosquillas mejora con el paso de las horas, tanto es así, que para mí empiezan a estar realmente buenas al día siguiente de hacerlas, cuando la masa ha perdido una parte de su humedad, potenciándose los sabores.
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